lunes, 13 de junio de 2011

Marcado por la A

Me compacto, me engancho a tu espalda, me vuelvo de sal. Intentas agarrarte de mis pelos, mis pelos de plata que se vuelven sedosos para que resbales y caigas de rodillas, y digas que amas mis huesos deformados por cada gota que libero al explotar. Pero sonríes y tragas toda mi existencia y grito que soy un mal perdedor, que me ha ganado el pasado donde yo no puedo luchar, donde el, causa un temblor mientras yo solo logro levantarte después de que el movimiento cesó.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente

(Y)

:D

cuidate

sebastian dijo...

Gracias =) nos leemos aún

Anónimo dijo...

guau......

Anónimo dijo...

disfruté tu desesperación